Decíamos en la introducción de esta nota lo siguiente:
A veces algunos piensan que para ser feliz en esta sociedad de consumo hay que buscar hacer dinero y se olvidan que la felicidad se vive en lo cotidiano, o no se vive; ser feliz no depende de lo que tenemos, sino de la manera como apreciamos y vivimos nuestro presente con amor.
Y lo más importante es confiar y agradecer a Dios por acompañarnos de esta manera.
*Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡estando a tu lado seré siempre dichoso! (Sal 16:11).
Esa es la razón de mi felicidad, aún sin ser rico, en mi humildad puedo ser feliz, porque como dice la palabra en lo poco y en lo mucho, soy dichoso
Nestor O Salgado
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